domingo, 24 de febrero de 2008

JAVIER Y YO



A veces las luces y las sombras van de la mano


Caen las hojas doradas
por este sol de destiempo.
Según vuelan las miras,
lo mismo que contemplas el estanque
y me preguntas
porque solo la playa en verano.
No paras de hacer ni de soñar,
de obedecer y agradecer,
de sonreír y de mirar.
Me haces viejo y niño,
desde ese espacio todo lo veo
tan extrañamente lucido
como preciosamente utopico.
Mas que sobrino
eres buen compañero.


Fernando.

4 comentarios:

Ele Bergón dijo...

Hola Fernando.

Me gusta tu poema. Está lleno de ternura.

Un abrazo LUZ

MI CORAZÓN AL DESNUDO Y CON FRÍO dijo...

Un abrazo estimado Fernando desde mi ciudad Talca, al centro de Chile, a un costado del Pacífico sur, mirando pacientes el sol que se esconde en el mar.
Un abrazo a la distancia, volveré para seguirte leyendo atento.
Alberto Navero

Javier Cercas Rueda dijo...

Fernando, me dejaste intrigado con tu comentario sobre la vida de Borges. ¿¿¿???

Allek dijo...

pasaba a saludarte...
bonito espacio..
un abrazo!!